El jengibre tiene una larga historia de uso en diversas formas de medicina tradicional y alternativa. Se ha utilizado para ayudar a la digestión, reducir la náusea y ayudar a combatir la gripe y el resfriado común, por nombrar algunos de sus propósitos.
La fragancia única y el sabor del jengibre provienen de sus aceites naturales, el más importante de los cuales es el gingerol.
El gingerol tiene poderosos efectos antiinflamatorios y antioxidantes, según la investigación. Por ejemplo, puede ayudar a reducir el estrés oxidativo, que es el resultado de tener una cantidad excesiva de radicales libres en el cuerpo.
- Facilitala digestión: activa los movimientos intestinales y también la absorción de nutrientes.
- Es bueno para la acidez y los gases: esta planta ayuda a tratar problemas de hinchazón y a eliminar toxinas en el aparato digestivo.
- Favorece la pérdida de peso: el jengibre acelera el metabolismo y contribuye a quemar grasas. También eleva la temperatura corporal, produciendo más sudor y ayudando a adelgazar.
- Previene distintas enfermedades: combate la bacteria que provoca las úlceras estomacales, además de problemas respiratorios como la tos, el asma y la bronquitis. Algunos estudios indican que podría ayudar a evitar el cáncer colorrectal.
- Es antioxidante y antiinflamatorio: es un producto efectivo para evitar daños en las células, retrasar el envejecimiento de la piel y curar los dolores musculares.
- Mejora el riego sanguíneo: regula la presión arterial, hace que la sangre fluya mejor y previene así el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
- Elimina el mareo y el vértigo: el jengibre es eficaz contra las náuseas y los mareos, como los que suelen sufrir las mujeres embarazadas.
- Disminuye las migrañas y los dolores menstruales: esta planta bloquea los efectos de las prostaglandinas, unas sustancias que influyen en este tipo de problemas.
- Alivia la gripe: al calentar el cuerpo y promover la sudoración, es un producto útil contra los síntomas de esta enfermedad.
- Es un afrodisíaco natural: sensibiliza las zonas erógenas del cuerpo, relaja los músculos, reduce la tensión y mejora el flujo de la sangre.