Para entender este proceso es necesario saber qué es la sudoración y por qué sudamos.
Cuando el cuerpo nota cambios de temperatura o emocionales, las glándulas sudoríparas endocrinas se alteran. Para regular la temperatura corporal, estas glándulas producen agua y sal como mecanismo para enfriar el cuerpo, y este proceso se llama termorregulación.
Las glándulas ecrinas son el tipo más común de glándulas sudoríparas, y se encuentran en todo el cuerpo. El sudor liberado por estas glándulas está compuesto en su mayor parte por agua, aunque se mezcla con otros minerales que se encuentran en la piel, como la sal, las proteínas, la urea y el amoníaco.
El sudor que sale de las axilas y la ingle es mayor, y estas glándulas se llaman apocrinas, que suelen estar situadas junto a los folículos pilosos y crean un sudor con peor olor. La mayoría de la gente asume que el sudor es lo que huele, pero no es así: en realidad son las bacterias de nuestra piel las que absorben el sudor producido por las glándulas sudoríparas apocrinas.